De vuelta a la sesión de los Jueves en aquel tugurio. Hoy volverá a ser la estrella de un cartel de puerta de barrio. Todos se conocen. Incluso aquellos desmemoriados la escucharan queriendo reconocer si entre aquellas serpientes de humo alguna vez una melodía con cadencia los embaucó…
Una botella casi vacía en la mesa de noche. Un vestido de «no estreno», el «rimmel» seco en las pestañas. Brindó ante el espejo con aquella bebida de color dorado y sabor a miel. La marca de sus labios como sello de que pasaron por los efluvios del olvido en el filo del cristal que lo contiene.
Sus pies hinchados en aquellos «stilettos demodé». Se pregunta ¿quién soy? tras recordar días de «vinos y rosas». Siente su cuerpo aprisionado en los recuerdos. En su estómago las mariposas ya no revolotean.
Un último deseo por cumplir. Tras la puerta la familia orgullosa esperando a la estrella. Cada cara una sonrisa fingida de alegría y un halo de lástima que no le es ajeno. Se vuelve a enfrentar al espejo. A observar el trampantojo de una historia vivida. Hoy será su función especial, estarán todos. Sabe que necesita ese último aplauso para seguir. Le gusta que sea en aquel lugar. Cerrará un círculo, una vida de canciones escritas para su voz. Hoy algo quebrada…
La nombran, se pone en pie y tira de su traje hacia abajo, con gesto altivo controla el paso en sus zapatos de cincuenta años que tiemblan. El director de orquesta la presenta… y ella ante aquel publico y con voz desgarrada dice…
«Hoy hace 365 días…»
A cámara lenta el objetivo recorre hacia atrás el pasillo: el bullicio de la emoción, la puerta principal, baja los escalones. Allí está bajándose de su coche, buscando con su mirada el cartel que preside aquel lugar donde cada jueves había estado acudiendo. Hoy esa puerta se ha crecido, baja sus gafas de sol nubladas por las lágrimas de emoción para leer, orgullosa.
Alcohólicos Anónimos…
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Me alegra mucho que hayas decidido participar Nieves, es un placer reencontrarte en nuestros jueves. Un relato muy sentido e intenso, con un personaje muy bien descrito mediante leves pinceladas en un momento de su vida en el que decide volver a presentarse ante los suyos luego de haber estado sumergida en el infierno del alcohol. Bien por su logro!
Te dejo un abrazo y un gracias! por sumarte a mi convocatoria
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Buenísimo. Un relato intenso, envolvente y descriptivo, y con un magnífico y sorpresivo final.
Me ha encantado. Un placer leerte.
Bsoss, y feliz finde.
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Pobre mujer! Artista venida a menos que ya no es ni sombra de lo que se supone que fue. Y además caída en la desgracia del alcohol. Creo que ya sólo le queda subir. Tocó fondo
Bss.
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Me gusta mucho el ambiente del relato, acorde, que lleva hacia ese final que me sorprendió.
Me encanta leerte. Besos.
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Me gusto mucho la entrada y sobre todo el giro que le diste al final el matiz del carmín en el vaso de licor muy bueno ..
Un saludo y feliz finde .
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Un relato muy bien llevado en dirección a ese final que aunque esperado está lleno de elegancia.
Un abrazo
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Un relato que te atrapa de principio a fin y con un giro sorprendente al final. Buenisino, besos
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Todo un giro argumental es final.
Buen regreso a los jueves.
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Una pequeña sombra en toda su victoria y aún así, no pierde su dignidad, porque no tiene que perderla. Sigue siendo una diva y más valiente y señora si cabe… porque sabe poner freno a algo que no la hace brillar intensamente.
Me ha encantado este relato tuyo.
Un beso 🙂
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Muy buena puesta de escena con pinceladas melodramáticas. La fuerza de voluntad y el desafío, la llevan hacer la diva de su propio papel como actriz en ese antro que le ayudará a renacer su fénix en cenizas. Precioso relato!
Saludo!
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Me gustó mucho el relato, Nieves. Y la canción del final es el broche de oro.
¡Besos jueveros!
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Interesante reato. Felicidades. Un cordial saludo.
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Genial, un relato con fuerza u estilo. Es bellísimo y con un final espinoso.
Besos
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365 días que recobró su vida, para aplaudir el esfuerzo
Besitos
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